La compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha iniciado la licitación para la adquisición de 29 autobuses eléctricos que sustituirán a otros tantos autobuses diésel y de gas natural comprimido que llegan al final de su vida útil, según ha informado el operador en un comunicado. Los nuevos vehículos serán 23 articulados y seis minibuses de emisión cero que mejorarán la calidad del aire.

La compra de estos autobuses consta de dos licitaciones. La primera corresponde a 23 autobuses eléctricos articulados que servirán las líneas de altas prestaciones de la red de autobús, por un valor de 22 millones de euros. La segunda licitación se refiere a los seis minibuses eléctricos que servirán líneas de Bus de Barrio, por un valor de unos dos millones de euros. Los vehículos se fabricarán durante el año 2020 y se empezarán a entregar entre finales de 2020 y principios de 2021.

El reto para mejorar la calidad del medio ambiente y conseguir unas ciudades más saludables se plasma en el Plan de Renovación de la Flota de Bus para el periodo 2019-2021, acordado con la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), que supone una inversión de 115 millones de euros y la adquisición de 254 vehículos. A esta inversión, se ha de sumar la ejecución de las obras e infraestructuras necesarias para que los vehículos eléctricos sean operativos, que representan 20 millones de euros más. En total 135 millones de euros.

En este sentido, la nueva presidenta de TMB, Rosa Alarcón, ha manifestado que “con esta licitación reafirmamos nuestra apuesta por hacer del transporte público de superficie un transporte más sostenible para toda la ciudad y que nos debe permitir adaptarse a las nuevas necesidades de movilidad que nos plantean la contaminación y el calentamiento global. Este es el gran reto que tenemos por delante durante los próximos años. Debemos contribuir a hacer posible unas ciudades mejores, más saludables, menos contaminadas y con más calidad de vida”.

El incremento de inversión de TMB en material móvil se orienta no sólo a rebajar la edad y la fiabilidad de los vehículos de transporte, sino también a reducir su impacto ambiental. La flota de autobuses de TMB ya experimentó una primera reconversión ambiental entre los años 2011 y 2014, y esto hace que actualmente no dé servicio con vehículos de categoría ambiental inferior a Euro 3.